¿Has puesto en práctica nuestros consejos para ahorrar energía en calefacción o en la iluminación de tu hogar? Enhorabuena, ¡estás en la senda de la eficiencia y del ahorro!
Hoy nos centramos en uno los centros de placer de tu casa y no nos referimos al dormitorio… Te presentamos 15 trucos con los que ahorrar energía en tu cocina.
Uno de los elementos a los que más atención debes prestar en tu casa y no solo en la cocina es la nevera. ¿Sabías que el frigorífico llega a representar el 10 y el 15% de toda la energía que consumes? Sí, ¡hasta un 15%! Y este porcentaje puede ser mayor si la abres con frecuencia, si introduces comida aún caliente o si está situada cerca del horno u otros elementos que hagan que tenga que aumentar sus prestaciones.
Por tanto, si quieres reducir tu consumo o mantenerlo a raya, sigue estos consejos:
- Mantén una temperatura entre 3 y 5º para la nevera y -18 y -15 en el congelador.
- No abras la nevera con frecuencia y si has de abrirla, hazlo el tiempo justo y necesario.
- No introduzcas alimentos muy calientes, pues esto hará que suba la temperatura y, por tanto, que trabaje en demasía.
- Evita la formación de escarcha o retirarla cuando ésta se produzca, pues una formación de 5 milímetros de espesor aumenta en un 30% el consumo energético.
- Aleja la nevera del horno y otras zonas calientes (caldera, etc.).
- La nevera debe mantener cierta distancia con la pared para que se disipe el calor que produce su funcionamiento.
- En la nevera, el tamaño también importa: es preferible tener una nevera pequeña llena que una grande y vacía, así que si prevees cambiar de electrodoméstico, adáptalo a tu perfil de consumo (familias grandes o pequeñas).
Otros de los elementos que más electricidad consumen son la cocina y el horno ya que es un elemento central en nuestra actividad diaria. Por eso te recomendamos que hagas lo siguiente:
- Tapa las cazuelas y ollas al cocinar, especialmente cuando comiences a hervir algo, ya que de esta forma se calentará el líquido antes y además la pérdida de calor será menor.
- Si tienes una olla a presión, es hora de que comiences a utilizarla sobre todo para cocciones largas ya que, además de reducir los tiempos, ahorrarás energía.
- Utiliza sartenes y ollas del tamaño adaptado a cada fuego: no uses el fogón grande para una olla pequeña ni a la inversa, pues consumirás más de lo necesario.
- Aprovecha el calor residual de los fogones, sobre todo si tienes cocina eléctrica o vitrocerámica, para culminar los platos.
- Hoy en día los hornos tienen incorporada alguna luz: evita en la medida de lo posible abrirlo pues al hacerlo la temperatura puede llegar a bajar entre un 10 y un 20%, por lo que necesitará más energía para volver a subir.
- Si la receta lo permite, evita precalentar el horno y también puedes apagarlo unos minutos antes de finalizar para aprovechar el calor residual
- ¿Sabías que el microondas gasta un 70% menos de energía que un horno convencional?
Por último, un consejo que no debes nunca olvidar: si tienes que comprar un electrodoméstico nuevo, fíjate en la etiqueta eficiencia energética y apuesta por electrodomésticos con sello A+++. Aunque sean más caros, a la larga acabarás ahorrando.